¡El golpe de calor y el agotamiento por calor son riesgos reales que debemos tener en cuenta.!
El primer paso para mantenernos a salvo es mantenernos hidratados. El agua es nuestro mejor aliado en días calurosos, ayudándonos a refrescarnos desde adentro y mantener nuestros cuerpos funcionando correctamente.
Además, es importante protegernos del sol. Vestir ropa ligera y de colores claros, usar sombreros de ala ancha para proteger nuestro rostro y cuello del ardiente sol, y no olvidar las gafas de sol para proteger nuestros ojos de los rayos UV.
Durante las horas pico de calor, es fundamental limitar nuestras actividades al aire libre. Buscar sombra siempre que sea posible y planificar nuestras actividades temprano en la mañana o más tarde en la tarde puede marcar la diferencia entre disfrutar del día o sufrir las consecuencias del calor extremo.
Para refrescarnos, podemos recurrir a duchas frescas o paños húmedos que alivian la sensación de calor en nuestra piel. En casa, el uso de ventiladores o aire acondicionado nos brinda un respiro bienvenido del calor abrasador.
Es importante estar atentos a los signos de agotamiento por calor, como mareos, náuseas y piel enrojecida y caliente. Si experimentamos alguno de estos síntomas, es crucial tomar medidas inmediatas para refrescarnos y buscar atención médica si es necesario.
En caso de emergencia, no debemos dudar en buscar ayuda médica. El golpe de calor puede ser peligroso y requerir tratamiento profesional.
¡Cuidémonos mutuamente y disfrutemos del verano de manera segura y saludable!
DR. FELIPE BENÍTEZ DOMÍNGUEZ
PRESIDENTE MUNICIPAL CONSTITUCIONAL