Este mes nos unimos en solidaridad y esperanza con todos los niños y niñas que luchan contra el cáncer, así como con sus familias. El lazo dorado representa la fortaleza, la valentía y la luz que ellos transmiten en medio de la adversidad.

Hagamos conciencia, apoyemos la investigación, acompañemos a quienes atraviesan esta batalla y nunca dejemos de sembrar fe y amor.
Porque cada niño merece una vida plena, feliz y llena de oportunidades.